La extinción de especies forma parte de la evolución de nuestro planeta —se estima que el 99% de los más de cuatro mil millones de especies que han existido a lo largo de la historia de la Tierra han desaparecido—. Sin embargo, el ritmo en el que está sucediendo actualmente es muy superior a lo que podría esperarse, lo que, según los expertos, podría conducirnos a una sexta gran extinción. Aún es posible evitarla, adoptando medidas que frenen la pérdida de biodiversidad. Para ello, un primer paso es disponer de censos de poblaciones en peligro de extinción —como el lince ibérico, en España, o el venado de las pampas, en Argentina— a lo largo del tiempo. Esto supone retos tecnológicos y matemáticos que científicos de todo el mundo están tratando de resolver. También geómetras, aunque pueda resultar sorprendente.